¿Qué clase de crónica se publica casi tres días después del acontecimiento que pretende comentar? Una pregunta muy lógica que es probable que se haga la mayoría de lectores de esta bitácora. Pues la de PEX. Los tempos periodísticos no van con nosotros. En realidad no es una crónica, sino una serie de comentarios sobre algunas de las cosas que acontecieron el pasado viernes. Y la distancia temporal está motivada, principalmente, por dos aspectos. Primero, porque, aunque no lo parezca, tenemos más cosas que hacer en la vida. Y, segundo, porque queremos seguir haciéndolas. Esto es, que no queremos estar privados de nuestra libertad en alguna institución carcelaria, que es donde, probablemente, hubiesen acabado nuestros huesos si llegamos a escribir la noche del partido. Así que ahora es tiempo para los análisis pausados, propios de los hombres de fútbol. Es momento para la moderación y la tranquilidad. Pepe Mel, no eres más desgraciado y más bastardo porque el día no es más largo. Cuesta saber qué adjetivo te define mejor: gordo, calvo o envidioso. Ojalá que el dedo que sacaste a relucir sea lo único que quede para identificarte cuando una manadas de perros te devore. Sigue leyendo