Money League 2011/12, hondonadas de hostias

PEX CORRESPONSALÍA SANTIPONCE En lo que es ya casi una tradición en PEX, vamos a comentarles el informe anual sobre los equipos que más ingresos perciben al año en el mundo. Es decir, seguiremos hablando de putas, alcoholismo y drogadicción; pero en Möet y con números. La razón de este encono con el particular (tres ediciones de la Money League en el año y medio de vida de la bitácora, ni el déficit neuronal de Fazio nos ha dado para tanto) es sencilla: nos sacamos una y otra vez la polla en nuestras predicciones. Absolutamente todos nuestros vaticinios se cumplieron. A lo Julio Anguita. Y es que el camino es claro. ¿Quieren saber lo que les aguarda? Lean a Marx. O, en su defecto, a nosotros. ¿Quieren vivir en un mundo de color, donde todos somos iguales, cualquiera puede prosperar y la crisis, en 2008, era una falacia? Ahí tienen a premios Nobel de economía de la Escuela de Chicago. Dijimos que habría mínimos cambios en esta edición de la Money League; sólo se ha producido uno, el Valencia cae y aparece el Newcastle. Que el Madrid, a pesar de las dudas de los de Deloitte, seguiría como primer equipo del mundo en cuanto a cifra de ingresos; ahí lo tienen. Que el Nápoles no sólo se mantendría en esta clasificación gracias al reparto igualitario de ingresos televisivos, sino que ingresaría todavía más este año; han pasado de ser el vigésimo equipo con más ingresos al decimoquinto, con un incremento relativo del 29%. Para qué seguir; mírenlo ustedes mismos, que a nosotros nos da la risa.

Fue tan excelsa nuestra labor que hasta nos hicieron caso los genios del departamento de marketing del Sevilla Fútbol Club. Tarde y mal, cogiendo el rábano por las hojas como es norma en la institución; mas el artículo no cayó en saco roto. Llámennos presuntuosos si así lo desean, pero en el párrafo que comienza con la frase en la época de los títulos no era raro ver a grupos de guiris, erasmus o familias, vemos un claro antecedente de la patochada que están perpetrando de invitar a uruguayos o irlandeses a que vean los partidos gratis. “Somos de todos menos de los nuestros”, o algo por el estilo. Mal, entrañitas mías, mal. Eso, antes. Cuando no te abones no cabemos. Ahora es para mierda y para cabrear a los tuyos. En fin, esperamos ser más claros en este nuevo artículo y dejarlo todo tan mascadito que hasta un ejecutivo con un sueldo anual de seis cifras sea capaz de entenderlo. 

La clasificación de los veinte equipos de esta Money League está compuesta por siete equipos ingleses, cinco italianos, cuatro alemanes, dos franceses y dos españoles, adivinen cuáles. El orden pueden verlo aquí. El total de ingresos de estos veinte equipos son casi 5.000 millones de euros, creciendo respecto al año pasado en un 10%. Este pastizal supone más de un 25% del total de ingresos de los equipos europeos. A pesar de que ocho de estos veinte equipos de la Money League han visto decrecer sus ingresos, esto se debe en su mayoría a una mala temporada en Europa, de lo que resulta una merma en sus ingresos sobre explotación del estadio y del reparto que hace la UEFA por objetivos en competiciones europeas. Ni crisis ni pollas, ingresan más y más cada año. Eso, estos veinte, claro. Quien no esté en esta lista aquí y ahora, que se dé por jodido. La clase media, en el fútbol y en la sociedad, es una entelequia como la igualdad o la democracia cuando el capitalismo entra en crisis. Igual que se espera que estos equipos el año que viene sigan su ritmo de crecimiento, también se espera, cómo no, y a pesar de lo que digan los nobel arriba aludidos, que continúen los descensos administrativos, las desapariciones, los desahucios y los suicidios. A joderse. No haber celebrado la caída del muro ni la ley Bosman. Insensatos.

En nuestra querida patria, a la que unos ya sólo queremos ver arder de la Línea a Irún y otros, de un temperamento más morigerado, prefieren añorar en la distancia desde naciones dignas de tal nombre, tenemos el inmenso honor y satisfacción de albergar a los dos primeros clasificados en esta liga particular sobre ingresos por cuarto año consecutivo. Estos dos admirables equipos, que sin duda engrandecen y dan honra y prez a la competición que los acoge en su seno, la cual, sin su participación, sería un aburrido entretenimiento donde no conoceríamos cifras de tres dígitos para la puntuación final del campeón, donde no habría records goleadores tanto individuales como colectivos, estos dos hijos de la gran puta que se han cargado la Liga y el fútbol español, ingresan, entre los dos, casi mil millones de euros. El Real Madrid ha superado este año la barrera de los 500 millones, otro hito del que es pionero y que sólo puede llevar a una persona normal y sosegada a odiar a ese club con toda su alma. Si sólo tuvieran el detalle de pagar el 35% del impuesto de sociedades, nos salen unos cuantos centros de salud, pero ya sabemos que pagar impuestos es de pobres y bajarlos, de izquierdas. Han crecido en todas las áreas, y Deloitte, que es la auditora del Grupo Santander y por algún sitio tenía que saltar la liebre, los felicita por confirmar ese hondo precepto por el que las marcas líderes, ni siquiera en tiempos de dificultades, notan un decrecimiento en su volumen de negocio. Soslayan, eso sí, que aparte la nadería de Hacienda, el fichaje de Ronaldo lo está pagando una entidad de crédito nacionalizada, es decir, el fidelísimo y sufrido pueblo español. Bien, Florentino. Guapo. Ser superior.

El Fútbol Club Barcelona, básicamente lo mismo. Lo que más llama la atención es el impresionante incremento en marketing. Más de un 50% en los dos últimos años. Traducido, los putos moros. Sin embargo, y échense a temblar con el dato, han bajado sus ingresos televisivos por haber caído en semifinales de Liga de Campeones y ni siquiera el incremento por las retransmisiones domésticas por obra y gracia de Mediapro ha conseguido mantener la cifra. Con las negociaciones por el nuevo contrato televisivo en puertas, con la crisis galopante del fútbol español, con PRISA pidiendo aplazamientos en los pagos como si esto fuera una frutería a fin de mes o la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, con las siete renovaciones de Messi por temporada, ¿cómo van a verse en la tesitura de perder ingresos estos chicos tan correctos, bajitos y simpáticos? ¿Un contrato racional por los derechos de televisión como en el resto de Europa? Hombre por Dios. Serán catalanes, pero alguna esencia hispánica guardan, que son muchos años.

Un último apunte sobre los ingresos televisivos y dejamos de hablar de este país de mierda. Si el Madrid sólo ingresara por derechos de televisión, le daría para ser décimo de la Money League, por encima de la Juventus. Si un club percibiera lo mismo que Madrid y Barcelona sólo en televisión, dejando las áreas de marketing y explotación del estadio desiertas, sería el segundo equipo con más ingresos del mundo, sólo superado por el Manchester United. Cómo se permite esto por parte del resto de equipos españoles es sencillo, siempre desde una óptica materialista: la clase dirigente tiene conciencia de clase. Los soplapollas, no. Y se matan entre ellos por las migajas.

Tras estos dos gigantes que se meriendan ellos solos el PIB de Somalia, el resto; esos clubes que tienen la demente pretensión de jugar en sus países competiciones con un poco de interés y competitividad. La Premier League, un año más, es la competición que más equipos aporta, hasta siete. Manchester, Chelsea, Arsenal, City, Liverpool, Tottenham y Newcastle, que se aprovecha de que el Valencia, ni jugando Champions, puede ya entrar en esta clasificación. El United, a partir de 2014 lo va a petar todavía más que el Barcelona con los cataríes en lo que a marketing se refiere, al entrar en vigor esa temporada un acuerdo con Chevrolet por el que ingresará más de 550 millones de euros en siete años. Sin embargo, el caso más llamativo entre los ingleses es el del Manchester City, que entra por primera vez en el top ten, subiendo de la duodécima a la séptima plaza. Estos señores, al contrario que el Málaga, tienen moros, primero solventes, y después listos que, ya que fichan a mansalva, aprovechan el tirón para firmar patrocinios como el de Ethiad; no hablemos de masa social, que ha ocupado en un 99% de media el aforo del City of Manchester; ni, una vez más, de derechos televisivos. Como han ganado la Liga, han ingresado más que nadie. Obvio. Aunque el Málaga ganara el triplete, en lo que se refiere a ingresos por televisión domésticos, conseguiría la misma miseria que ahora.

Todas las naciones ribereñas del Mediterráneo, empezando por Marruecos y acabando por Israel, deberían hundirse en el mar y dejar paso a un orden nuevo sin golfos ni degenerados. Así que pasamos de analizar a italianos (Milan, Inter, Juventus, Roma y Nápoles) y franceses (Lyon y Marsella). Es que, de verdad, no hay mucho que decir. Y que nos dan asco ambos países. Vayamos a algo serio, a la liga del futuro Cuarto Reich, la Bundesliga. Cuatro equipos componen la nómina alemana en esta edición de la Money League, Bayern, Dortmund, Schalke y Hamburgo. Todos basan su estructura de ingresos en el área de patrocinadores y marketing. El Bayern, por ejemplo, ganó el ejercicio pasado por este concepto más de 200 millones de euros, record absoluto. El Dortmund incrementó sus ganancias en este mismo apartado casi un 25%. Y el Hamburgo, que quedó decimoquinto en Liga, que lleva dos años sin jugar en Europa, se mantiene entre los 20 equipos de la Money League gracias al patrocinio de Emirates y a que tienen su sede en la segunda ciudad de Alemania, un país donde, sí, hay catetismo, pero no subnormalidad endémica futbolística. Sin embargo, lo que más nos gusta últimamente de la patria de Hegel (y de Hess, de Himmler o de Merkel) es el aspecto del “matchday” y el trato al aficionado germano. La Bundesliga es la segunda competición del Mundo, por detrás de la NFL, en promedio de espectadores que acuden a los estadios. Se conocen fechas y horarios de cada partido el mismo día del sorteo del calendario, siendo, por supuesto, éstos y aquéllas, respetuosos con el aficionado que lo ve in situ, no con el que se queda en casa para seguirlo por la tele. Las entradas, además de tener el precio más económico de las cinco grandes ligas europeas, sirven como bono de transporte al estadio. Se consiguen descuentos si se adquieren paquetes de entradas, ya sea para partidos de local o visitante. Ejemplificando en los tres equipos alemanes que más ingresos percibieron la temporada pasada, el Schalke puso las entradas para los partidos de la fase de grupos de Champions entre 9 y 67 euros. Bayern, de 10 a 80 euros. Y Dortmund lo incluía en el abono; el más económico era de 109 euros. A pesar de estos precios, los ingresos del Bayern en la partida de explotación del estadio, subieron un 19%. Los del Borussia, que tiene la asistencia más numerosa de Europa con 79.860 espectadores de media, subieron un 13%. Los estadios no son mamotretos vetustos construidos de hormigón con aluminosis propios de la época del desarrollismo. Son recintos modernos que ofrecen atractivos a los aficionados antes y después del partido. Con esto no sólo se consigue completar aforo. Ofreciendo un trato exquisito al aficionado, éste se siente respetado por su equipo, creándose un vínculo que retroalimenta sus espectaculares cifras en merchandising, venden más camisetas, que llevan la publicidad de los patrocinadores, que se dan de hostias por ofrecer mejores contratos a los equipos por esta publicidad. Y todo por poner precios medio normales a las entradas, quién lo diría. Les ahorraremos comentarios y comparaciones. No se hagan mala sangre. Y el último dato que demuestra lo atractivo del futbol alemán: es la única competición extranjera que retransmite la cadena KCTV, la televisión pública de la gloriosa e invicta República Popular de Corea.

…y Sevilla. En fin, ahora toca esto. Los ingresos del Sevilla Fútbol Club el ejercicio pasado fueron un total de 58 millones de euros divididos en 31 millones por derechos de televisión, 14 de explotación del estadio y 13 por marketing. De chiste. Es evidente que el reparto televisivo bananero lastra la economía de toda la Liga española y por extensión, del Sevilla. Pero, por ejemplo, ingresamos más por estos derechos que el Hamburgo. Un equipo que, como ha quedado dicho, el año pasado se salvó por los pelos del descenso y que lleva más tiempo que nosotros sin ir a Europa, es, no obstante, uno de los veinte equipos con mayores ingresos del mundo consiguiendo menos que nosotros por televisión. Vaya. Hamburgo tiene un millón de habitantes más que Sevilla y su área metropolitana es cinco veces mayor, contra eso tampoco se puede competir. Sin embargo, según Google, el Sevilla es el equipo más buscado en España en 2012. ¿Eso no puede explotarse de ninguna manera? ¿Acuerdos con empresas de telecomunicaciones, aplicaciones móviles, algo? ¿Todo va a ser regalar un cuadro en la inauguración de una peña en un pueblo de la provincia? El Ramón Sánchez-Pizjuán no tiene la capacidad ni las instalaciones del Imtech Arena. Sabiendo que somos, y cabemos, cuatro y el de la moto, ¿a quién se le ocurre dividir a la afición durante más de media temporada; hacer pagar por un abono a un chaval el triple de lo que desembolsa un alemán para que vea los partidos detrás de una valla, una red negra y un segurata; hacer cabronadas como ésta, donde equiparas enaltecimiento del terrorismo con que te canten las cuarenta? La política social y de fidelización del Sevilla es sencillamente nefasta. Paliando esto, tal vez nunca llegaríamos a los ingresos de estos veinte gigantes. Pero qué menos que tratar a tu gente, o a tu clientela, con decencia. Como seres pensantes y dignos, no como cajas registradoras. Aunque sea por vergüenza. Y que nadie me hable de los palcos VIP que me cago en Dios. La búsqueda de clientes corporativos es responsabilidad de la entidad. Echar en cara al aficionado de a pie que nadie compra palcos VIP es análogo a culpar a la afición por no encontrar un patrocinador decente. Una exhibición de descaro que parece que nadie en este club se plantea, llegándose al absurdo de que haya sevillistas que lo tomen como razón del retroceso de la entidad. Para venderlos hay que trabajar un poquito, así que, en el próximo consejo de administración, que busquen al que peores pelos tenga y las cajas destempladas y las chorradas, a ése. Al sevillismo dejémoslo en paz, que da hasta la extenuación para lo poco que recibe. Partidos en lunes, en viernes, en días laborables a las siete de la tarde, menosprecios del primer pintamonas al que le dan un micrófono o una camiseta de Cristiano, fichajes chirigoteros con intrigas internacionales de pasaportes por medio. Gente que soporta todo eso y que, en lugar de meterle fuego a la casa de los culpables, está chorreando por partirse la garganta y reventar el estadio el próximo día 27, no es para cuidarla. Es para besar por donde pisa.

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5 Respuestas a “Money League 2011/12, hondonadas de hostias

  1. Lo horroroso es que si este año el Atlético queda por encima del Madrid por ejemplo, seguirá cobrando menos. Es que es de coña que en vez de repartir la pasta por orden de clasificación se reparta en plan esto para Madrid y Barcelona, esto para Atlético y Valencia, esto para Sevilla, Betis, Real Sociedad, Athletic, Zaragoza y yo que sé, Español. Las cuatro monedas de cobre que me quedan para el resto. Los méritos importan una leche.

    El deporte es una banalidad al fin y al cabo, pero es un claro reflejo de las sociedades en las que se desarrolla. Esta Liga es la que le corresponde al país, ni más ni menos. Un país con tanto cateto analfabeto no merece un pan y circo decente.

    Me flipó el otro día enterarme de que un equipo de cuarta división inglesa (creo que era el Luton, pero no lo sabría decir con seguridad) llevaba 20.000 espectadores a su estadio de media, 30.000 en las ocasiones especiales. Y está a dos pasos de Londres y nadie es del Arsenal, del Chelsea o del Tottenham. Allí hay cultura, ergo no hay catetismo. En este país en que el Madrid va a Cádiz a jugar el Carranza y le entregan las llaves de la ciudad (para luego perder contra Betis y Villarreal y quedar último del torneo) que se puede esperar salvo que los miserables cada vez lo sean más mientras son felices de limpiabotas del poderoso.

    Yo tengo últimamente más satisfacción siguiendo al Triana, en un nivel futbolístico paupérrimo pero alejado de todas estas mierdas, sólo fútbol, que siguiendo esta Liga tan coñazo.

    Es que el otro día me puse a ver el Atlético contra Rubin Kazan y sólo podía pensar que vaya mierda de competición la Europa League desde el 2000 en adelante. ¿Qué se juegan? ¿Ser el mejor quinto clasificado de Europa? ¿Qué sentido tiene eso? Lo que quiero decir es que si no puedes aspirar a meterte en Champions un año, y ponle que no sufras por la permanencia, ¿a qué acabas jugando? ¿A pelear por ser el año próximo el mejor quinto de Europa? ¿A alguien le motiva eso para seguir una Liga, es decir, el producto que le quieren vender?

    Ahm, y Milan no da asco. Roma sí.

  2. Elocuente, documentado y argumentado. Todo esto, objetivamente.
    Y además, como estoy de acuerdo: magnífico y brillante.

  3. Demetrio

    Honor, aplaudo hasta que me sangren las manos.

  4. Pingback: El Sevilla FC visto por una Consultora | Salmon Palangana

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