La ambición se quedó en casa

Pues eso. Que íbamos de visita al pueblo, a echar la tarde del sábado y a volvernos con los tres puntos, pero no. Ahora con esta gente parece que tiene que haber amistad o algo parecido por eso de ser compañeros de viaje en el delnidismo. Vamos, que su presidente ha adoptado un papel similar al del consigliere, y viene a nuestro estadio y la gente le aplaude y todo. Pues, desde este humilde rincón, queremos reivindicar que el Villarreal es una mierda. Que cuando Riquelme falló aquel penalti lo celebramos ante la mirada atónita del resto del bar. Un equipo artificial, sin historia, con una afición cateta que nunca se interesó por su equipo y ahora se acerca al estadio para ver qué pasa y pegar cuatro chillidos contra el árbitro de turno. Lo malo es que esos aldeanos han visto cómo hoy no éramos capaces de ganarles teniendo todo a nuestro favor. Porque, además, aunque esto suene a barbaridad, no nos parece que tengan un gran equipo. Y el entrenador es para endiñarle, directamente. Rossi sí es muy bueno, CalBorja también, y el portero de vez en cuando se hace alguna interesante. Pero lo demás es normalito. Eso sí, grande Marchena. Un tipo que le pega una hostia a uno de su equipo para que pierda tiempo. Cosas así faltan aquí. Antes lo hacía el delegado, imaginamos que ya ni eso.

El grupo de animación del Villarreal vibrando con su equipo.

La cosa empezó bien. Bueno, bien, vamos a dejarlo en regular. Manu del Moral se ha encontrado con la titularidad y, si quiere mantenerla, no puede fallar delante del portero tan solo. Y Navas debió haber visto a Negredo en su mano a mano. Dos errores imperdonables. Luego llegó la jugada que debió cambiarlo todo. Penalti a Perotti, roja al portero. Negredo lo tira, detiene César, el rebote lo coge el vallecano y, nadie sabe cómo, sin ángulo la cuela con la derecha. Ahí es cuando uno se echa el copazo y piensa, coño, esta tarde nos vamos a divertir. Un carajo divertir. Resulta que los chuflas estos empiezan a jugar mejor con diez que con once y, en un reflejo de lo que ha sido nuestro medio campo, dejan entrar a uno de amarillo hasta la cocina y Navarro va y le hace penalti. Gol. De ahí hasta el descanso, incluso controlaban ellos el balón y ni la veíamos. Trochowski no la toca nunca, Campaña pide paso.

En el segundo tiempo, más de lo mismo, pero peor. Cualquiera se esperaría un paso hacia delante, imponerse en el juego, hacer algo. Nada de nada. Se falló alguna ocasión, cierto, pero se jugaba andando. Doble cambio de Marcelino, vuelve Rakitic y mete a Kanouté. Como si meto a dos redactores de esta casa. Y ya, por si faltaba algo, llega el nota ese que nadie sabe cómo carajo se acentúa su nombre y la cuela desde el lateral. Pelota muy parable, todo hay que decirlo. Ante eso, por fin entra Campaña y quita a Cáceres, que hoy no estuvo muy acertado, precisamente. La vida seguía igual. Era para empezar a reventar cráneos, no se movía nadie, parecía que no importaba. De repente, un buen centro de Navas con la zurda lo remata Alexis perfectamente. Marchena mamoneaba con el balón, que sí, que ahora nos lo daba. Y el partido acaba, con los del Villarreal con un jugador menos desde hace tres meses, y controlando la pelota.

En definitiva, algo intolerable. Todo muy lento, todo muy mediocre. Si se supone que esta gente es rival para el final del campeonato, no se puede tener esa actitud en su casa. Que no hemos perdido de milagro, y ellos con partido el martes. Esta no es la película que nos habían vendido. Ni presión arriba, ni combinaciones rápidas, ni pollas. No existe campo en el que el Sevilla no deba ganar un partido con uno más tanto tiempo y yendo por delante en el marcador. Mucho menos el pueblucho ese. Y, ojo, habrá quien diga que no está mal del todo. Claro. Que ganar en casa y empatar fuera está bien. Media inglesa. Jugar bien al fútbol, tener ambición, comerte al rival cuando estás en superioridad y querer ganar partidos. A ver qué media sale de eso. Tantas pamplinas y tanta mierda. Que aquí no hay que administrarse, que es lo único que podemos disputar, un encuentro por semana. ¿Lo peor? Que en la nevera sólo hay para cenar una pizza de jamón. Marca Hacendado. La vida es una puta retorcida cuando quiere.

5 comentarios

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5 Respuestas a “La ambición se quedó en casa

  1. Camilo Sexto

    Buen resumen, pero ha faltado contundencia. Después de la mierda que hemos visto hoy, un cagarse en los catorce que han jugado y el entrenador es lo mínimo. No sé, un cojones, un iros a tomar por culo, un desprecio…

  2. jose luis

    cuidadito el dueño de este blog porque por la autocrítica que a mi entender es como se crece te tildan de antisevillista y de los que van al campo a abuchear criticar y no animar, cuidado. lo digo por los alvarado y demas

    un saludo de un socio desde que nacio, con 25 años y el 3880

    • Estimado lector, gracias por sus desvelos para con nosotros. Igualmente recomendarle que no publique tan alegremente su número de socio. Si nos leen a nosotros (aunque seguro que no, gente tan ocupada no puede perder el tiempo en nuestras tonterías), también le leen a usted.

      Reciba un cordial saludo.

      P.S.: Enhorabuena por su longevidad.

  3. jose luis

    Lo de mi comentario viene a cuento de que el que critica no es sevillista o es el sevillista nuevo de los triunfos en uefa y los de las finales, no por otra cosa, a diferencia de mucha gente me da igual que me identifiquen, solo quiero lo mejor para mi equipo

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