Salchichas, seguros y el último vals

Pasado viernes, por la noche. No sé si fue en las cervezas de la tarde, durante la cena, con los cubatas de la noche o con lo que fuera que consumiera a lo largo de la madrugada y en los albores de la mañana del sábado. No alcanzo a recordar, la verdad. Pero si me acuerdo de la pregunta: «quillo, ¿te has enterado de lo de las salchichas?» Yo, claro, no supe de qué mierda me hablaba mi interlocutor, y me lo explicó someramente. Que le habían dicho que los banquillos del estadio los iban a poner en forma de salchicha. En ese estado de felicidad y despreocupación que proporciona el alcohol, los que escuchamos aquello sólo acertamos a creer que se trataba de una extraña broma de nuestro colega, que se habría pasado con los chupitos y le había dado por ahí. Dijimos dos o tres pamplinas, el tema no tuvo más recorrido. Seguramente, nos distraeríamos mirando algún grácil caminar de una jamelga o con cualquier otra cosa importante. Eso sí, al día siguiente, o el mismo día ya, o cuando fuera que íbamos, con el tiempo justo, camino del estadio, me lo volvió a comentar. Ahí, más lúcido y con la bofetada de realidad que supone contemplar el mundo desde un punto de vista no alcohólico, supe de inmediato que lo de las salchichas podría ser verdad. Y tanto que podría, es que ya estaba seguro. Justo en el momento en el que asocié esa imagen a dos palabras que no recomendamos pronunciar en voz alta en ningún callejón oscuro: Manolo Vizcaíno.

Dan más asco que las que venden en los bares del estadio, que ya es difícil.

Porque sí, porque el gurú del marketing puede perpetrar eso y mucho más. Para algo está, desde Sevilla y para el mundo, revolucionando todos los esquemas publicitarios conocidos por el hombre. El Toulouse-Lautrec de Nervión, el Andy Warhol de Eduardo Dato. Sin más credenciales que la de pertenecer a su árbol genealógico y sin más talento que el de saber dominar, a duras penas, ese pelazo tan rebelde que tiene, al tipo le permiten modificar a su antojo algo que debería ser tan sagrado como los símbolos de la entidad. Además, como posee el estómago necesario, de tanto tragar va ascendiendo en la jerarquía nepótica hasta situarse a la vera de la calva que más calienta. Un carrerón que lleva el muchacho, a ver quién lo para.

Para que no se piensen, estimados lectores, que todo es negatividad, reconocemos que las camisetas de este año son bonitas. Casi perfectas, podríamos añadir. Eso no quita que haya que perdonarle el ridículo extremo que hemos hecho, tanto por las europas como por la piel de toro, apareciendo en los estadios como mariconas locas o portando túnicas que habrían hecho las delicias de los curas en la Inquisición, pero que como equipación deportiva producían asco. Por no hablar de cómo nos hemos ido erigiendo, gracias a lo que empezó siendo una manchita y acabó siendo una sábana, en defensores baratos de la patria. Contradiciendo, de paso, al mismísimo Silvio Fernández, que sentenció que «el futbol es la única manera de tener un himno, un escudo y una bandera sin tener que meterse en política».

En su despacho cuelga sus fabulosas creaciones porque, si expusiese sus titulaciones, sólo se vería pared.

Pero ahora parece (porque con Manolito Bizkaiko nunca se sabe) que los chinorris de Li Ning no le dejan jugar a ser John Galliano y, dado que el muchacho no puede parar de crear, ha decidido utilizar la camiseta como si fuera la cuenta de twitter de un desequilibrado. Porque no vamos a detenernos ni un renglón en los vídeos, los de abonados (hechos con mierda) y los motivantes (que motivan llantos). Así, volviendo a las camisetas, en ellas ha mostrado su amor público hacia una hortaliza, ha entrado en pamplinas patrióticas teniendo a dos franceses en la plantilla, ha retwitteado una buena causa y, en definitiva, ha hecho lo que le ha salido de los cojones con la camiseta. Pero, bien pensado, tampoco debemos extrañarnos si eso viene de alguien que dijo que la gente comprará cualquier trapo que tenga el escudo del Sevilla.

Y, como da la impresión de que con el escudo todavía no se atreven, (contamos los meses para que sustituyan a los tres santos actuales por San José María, San Pepe y San Manolo), y al himno ya le han hecho todas las perrerías imaginables, sólo les quedaba el estadio. No hablamos de cubrirlo con publicidad, porque eso es comprensible, o de convertirlo en una feria en la que actúan en los descansos músicos a cada cual más cutre y se hacen sorteos, juegos y tómbolas que alcanzaron su máximo esplendor la tarde en la que rifaron un microondas y el ganador tuvo que saltar al césped a recogerlo mientras que en la grada de fondo se escuchaba un «que lo enchufe, que lo enchufe». Más bien nos referimos a los banquillos, convertidos en unos perritos calientes gigantes para vergüenza del aficionado y descojone, como si no tuvieran motivos con el presidente que tenemos, del españolito medio. Entre pepinos y salchichas, ¿qué será lo próximo, Manolito? ¿Poner un nabo gigante con la calva de Don José María a modo de cipote para que los sevillistas de granito le hagan un besahuevos? El respeto, Vizcaya, se gana en el campo, y se consolida fuera. Y tú, con tus gilipolleces, estás echando por tierra el poco o mucho que aún nos quede. Los santuarios futbolísticos no se prostituyen, y no veremos Old Trafford, Anfield o, por honrar algo de aquí, San Mamés, con los vómitos cerebrales que tú organizas en el Ramón Sánchez-Pizjúan.

Una grada con camisetas iguales, orgullo de aficiones serias y peor pesadilla de Vizcaíno.

¿Saben lo peor, lectores de esta humilde bitácora? Que, de verdad, se lo creen. Que ni por un momento piensan en lo torpes que son, en lo dañinos que se han vuelto y en la vergüenza que nos hacen sentir. Viven en su coraza ególatra, en la que todo el que no sonría a su paso es que va contra ellos. Así, rodeándose de una cohorte de adláteres, donde la única opinión es su opinión, viven convencidos de que son la putísima hostia. Pero totalmente en serio, ¿eh? Ellos se miran al espejo y están seguros de que decir que te gustan los pepinos, hacer una versión del himno con cornetas y tambores y la letra en hebreo u obligar a que una de las estrellas del equipo haga un vídeo como un retrasado mental es una maravilla y ellos son unos elegidos, tocados por la gracia divina, por habérseles ocurrido esas ideas. Se exprimen el cerebro para, según ellos, mejorarse, porque no existe más realidad que la que permiten tener delante, como la de un político que no sabía qué es un bonobús u otro que desconocía el precio de un café en la calle. Jamás saldrán al paso de artículos como este porque, sencillamente, nunca lo leerán. Es imposible que se cuestionen su trabajo, porque tienen cientos de personas diciéndoles lo buenos que son y lo rompedoras que resultan sus iniciativas. Y los escuchas hablar, en público o en privado, y te cuestionas quién es más culpable, al igual que con los otros dos, el gobernante incapaz o los gobernados incapaces de quitárselos de encima.

Por tanto, aquí no pasa nada si estamos todo el año sin patrocinador, «porque la cosa está muy mala» menos para poner el precio de los abonos. En el artículo enlazado arriba se explica que, si supieran hacer sus deberes, la coyuntura social o deportiva no debería afectarnos. ¿Pero, quién quiere previsión si podemos vender a los jugadores que nos salgan buenos para arreglar las cuentas? Y, si vemos que no es suficiente, entonces intentamos sacar algo de debajo de las piedras, y encontramos una correduría que por cuatro euros, tres paquetes de pipas, dos vales descuento para el Puerto Perico y un frigopie, pone su logotipo en la camiseta durante los doce últimos partidos de Liga. Genios de la mercadotecnia. Putos genios.

Porque va a ser sólo hasta final de temporada. Para la próxima ya están trabajando, como hemos leído hoy aquí. Manolito se va con Don José María, que recordemos que puede salir del país de puro milagro, a convencer a los muchachos de las apuestas para que se dejen la morterada en nosotros. Y, claro, uno se imagina la velada. Dos para dos de manual. Manuel y el Don, intentando liar a dos vieneses. De lo que recuerdo de mi visita a aquellos lares, la parejita pedirá a los anfitriones que muestren los palacios de Sisí, la iglesia del techo verde, la gente hartándose a filetes empanados y dulces y todo eso. Muy bonito, por si no han ido. Y muy caro. Entonces, cuando se detenga el coche de caballos que los lleva por el centro de la ciudad, y los cuatro se bajen en la puerta del hotel, sonará (quizás se escapará de los instrumentos de unos músicos callejeros, quizás del hilo musical del hall) el último vals. Allí, el Don y Manolo, Manolo y el Don, mirarán a sus hombres a los ojos, subirán a las habitaciones y, tras expandirse un poco de vaselina por la comisura labial, les darán a sus austríacos las mejores mamadas que hayan recibido en sus vidas. Sólo así se entendería que una marca conocida quiera invertir en un equipo que ha perdido gran parte de su potencial, de su posicionamiento en el mercado internacional y que cuenta con unos canales de distribución a la altura de El Polvillo. Por no hablar de que, aunque posible, la clasificación para Europa está una mijita complicada. Pero de eso ya, si acaso, hablamos en otro artículo.

32 comentarios

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32 Respuestas a “Salchichas, seguros y el último vals

  1. Camilo Sexto

    Y encima presumen de los banquillos en una noticia de la web. Web, que es rara la noticia que saca sin una falta de ortografía.

  2. Jose Antonio

    No había leido nunca su blog. Tan solo puedo darle la enhorabuena, es excelente y brillante.
    Sevillistas como usted es lo que hace falta en este club gobernado por delincuentes sentenciados por robar las arcas públicas y con causas pendientes.
    Que pena me da el Sevilla y que pena me dan muchos sevillistas.
    Hoy doy gracias por encontrarme con su blog.
    Enhorabuena y ánimo, es usted el mayor crack que he visto del sevilla durante este año, a la altura de Palop y Kanoute.
    Saludos.

  3. maldinisfc

    sois muy grandes,cabrones

  4. Eric Cantona

    «NA MA QUE TO LA VERDAD». O estos cambian , o como se fue el der cherzi y acolapsá, se va a quedar en pintura. La frase del gran Silvio: «el futbol es la unica manera de tener un escudo, una bandera y un himno, sin meterse en politica», es de las cosas mas geniales que he escuchado nunca

  5. Directamente me cago en el gilipollas que ideó lo del banquillo y de todas esas ideas que no están convirtiendo en los bufones de la liga, ¿Pepinos? ¿Salchichas? Sres. del Marketing, pónganselo fácil al resto de España y directamente saquen una poya gigante al estadio que le de abracitos a los jugadores.

    Dicho esto, comento que le preguntamos al del puesto de los perritos toxicos si las salchichas eran Oscar Mayer y me contestó que NO que eran del Mercadona, como siempre…

  6. ¿Fotos del Athletic? ¡Ventajistas!
    (sarcamo máximo, aviso por si acaso)

  7. Extraordinario post. Enhorabuena.

  8. Errrr…lo del microondas y demás rifas, ¿es verdad o una hipérbole?

    • La rifa del microondas es tan cierto como la vida misma. Es más, para dicha rifa de un producto que no tiene un valor superior a 60 euros, movilizó todos los canales de difusión disponibles, desde el marcador electrónico a los MMOO. Así que no me extraña nada todo lo que hace el genio de la «mercaillotecnia».

      P.S.: Enorme, PEX, una vez más.

      • Pero eso, ¿cuando fue? ¿En Liga? ¿En un partido de verano? ¿Ha ocurrido más veces? ¿Qué tipo de artículos sortearon? ¿Cómo es que eso no se ha comentado en ningún sitio? Ardo en deseos de saber…

      • Fue en un partido de la temporada pasada, si mal no recuerdo. En Liga, por supuesto. El agraciado recibió un microondas y la imagen de su consternado rostro sobre el césped salió, como indica el lector, por los videomarcadores del estadio. Entrevistado para que comentara la jugada. Y no, no fue una rifa de varios productos, ese era el único premio. Un microondas que si lo entregas en el Cash Converter no te dan más de cuarenta euros.

        Para eso, mejor sortear una vaca, como unos que yo me sé. Tienen más usos.

      • Sevilla FC-Sporting de Gijón, sábado 17 de abril de 2010.

        Creo recordar que en los foros se habló del tema. Puedo rescatar el hilo de forooficial pero SG también se hizo eco de otro vergonzoso acto del director de marketing.

        http://www.forooficialsfc.com/index.php?topic=2417.0

    • yovielgoldemosquera

      Fue en un Sevilla – Mallorca, de hará dos o tres campañas.
      Mira, aquí te muestro imágenes de tan fastuoso recuerdo:

    • Vamos que el concurso que se hizo en el descanso del partido contra el Barça viene a ser más o menos lo mismo, porque meter una pelota desde el quinto carajo en una mini portería para que te den una camiseta tampoco es que sea la ostia en verso, precisamente.

      Y además no metió el gol nadie

  9. Lucius

    Cualquier día me reventáis el hinternec, QUÉ GRANDES, COÑO.

  10. Muy buen post, enhorabuena.

    Del patrocinio de Oscar Mayer primero se dijo que eran 600.000€… hoy se ha dicho que 350.000… a este paso dentro de una semana va a salir a pagar.

    Una vez más esta directiva nos hace pasar bochorno ante el resto de la gente (leo en los comentarios de ciertas webs deportivas cosas como «Salchicha FC»). Pero lo peor son los que, como si les fuera la vida en ello, se dedican a elogiar, como si se les pagase por ello, todo lo que este genio del marketing y sus superiores hacen.

  11. deadmau5

    CLAP CLAP CLAP

    ENORME

  12. andreisfc

    Para mi este personaje tocó techo el día de la Real Sociedad. Non plus ultra después del Día de la Infamia.
    Bueno, tocó techo este y quién/quienes lo tienen ahi.
    Durante años, cuando no nos llevabamos ni un Carranza a la boca, decíamos que un club de fútbol era más que ganar títulos. Después han llegado 6 copas. Y sigo pensando que es más importante respetar los símbolos, la camiseta.
    Por eso, igual que no olvidaré Eindhoven, no pienso olvidar en la vida la vergüenza ajena, y propia, que me hicieron pasar el día que vi salir al cesped de Anoeta al Sevilla Fútbol Club.
    MT DEPORTACIÓN.

  13. Patata

    Hace dos años que no puedo sacarme el carné, por lo que no puedo saberlo. ¿Nadie ha protestado después de la verguenza del día de la Real? ¿Nadie ha llevado una pancarta, aunque sea una cartulina con «La camiseta no se toca, hijo de puta» o «Vizcaíno dimisión» o algo de lo que tantos pensamos?

  14. Biri-biri

    Sólo hay que ver la cara de asqueroso que tiene el gachó….

  15. Andrew

    Impresionante.
    Clap clap clap clap clap clap… hasta que se me caigan las manos.

  16. Salchicha FC

    a juanma castaño y sus secuaces pareció gustarles mucho la bromita…..

  17. SikanderDravot

    Me reía mucho cuando DonManué, con mano férrea, comandaba a las hordas béticas. Incluso en sus años buenos dejaba sus perlas, Lopera siempre fue Lopera, pero la maestría de sus últimos 3 ó 4 años pocos pueden presumir de haberla alcanzado: el «lociento», la Copa en la boda de Joaquín, el busto, las ruedas de prensa llenas de papeles, el jeque con un corresponsal de La Algaba que no hablaba ni inglés, Betisport, el «qué más puedo hacer, he puesto al entrenador que queríais, he fichado a varios internacionales, le hemos quitado al Sevilla a Mehme…». Y aguantaron carros y carretas los béticos porque este hombre les dio una Copa del Rey y la permanencia más larga de su historia en primera.

    Nosotros, que fardábamos de títulos y de tener un club bien montado, las famosas estructuras, estamos contemplando el fruto de aquellos tiempos: nunca en mi vida (y he visto, desde el minuto 1 al pitido final, al Levante, colista de segunda división, meterle 4 al Sevilla en el Pizjuán) he pasado tanta vergüenza como la que me ha hecho sentir la directiva que nos ha dado 6 títulos. Nunca. Jamás de los jamases. Porque ahora va con el beneplácito de la afición, aborregada por títulos. En otra época, posiblemente hace tiempo que se habría abordado el palco, se le habría hecho saber a las mentes pensantes del club lo que pensamos de la mierda de marketing que dirige el Don Draper de Eduardo Dato. Porque los títulos van y vienen, como los futbolistas y los directivos, pero el Sevilla tenía dos cosas claras: es rojiblanco y lo que importa es la afición. Estos años hemos visto como jugábamos de negro, de naranja, de azul falangista, de rosa o de cualquier color posible menos el nuestro, y peor aún , hemos visto a la afición convertida en clientes, en simples números según los cuales, si estás por encima del 15.000 más o menos, eres mierda, ya que no estuviste animando al Sevilla como nuestro presidente y su cohorte. Nos han separado, nos han humillado, y somos incapaces de montarles una bronca. Se han reído de nuestra droga y de nosotros a través de ella. Y ni una bronca se han llevado. Me temo que la culpa es enteramente nuestra, porque al menos los béticos se levantaron contra un presidente que les dio lo mejor de su historia con posterior bajonazo, pero nunca se rió de los símbolos de la institución.

    • Argentina86

      Masiva no, pero eso de decir que ni una bronca se han llevado…
      Vale ya de inventarse histerias.
      Se recuerdan tifos como el de «Humildad» enormes, y en plena efervescencia de títulos órgasmicos.
      Pancartas varias sobre la parafernalia españolista en las equipaciones.
      Hasta presentaciones reventadas con la irrupción de gente de biris.
      Cánticos mayoritarios sobre los precios de los abonos, sobre los precios de euroabonos y entradas.
      Así que no sobredimensionemos el aborregamiento, que, aunque existente, no es seña de generalidad de la gente sevillista.
      Y ya lo de compararnos con la peste verde… es de traca.
      Si vas a decir que los perros estos se levantaron contra nosequién porque no lo aguantaban ( y no por la frustración por un descenso, justo en la época de mayor brillo sevillista de los ultimos 50 años), te vas con los pseudohistoriadores y vendecolchas que gestan y paren sus histerias paralel@s, y nos haces un favor a todos.

      • SikanderDravot

        «Estamos contigo, presidente» a un condenado por trincar dinero público. Y nos reíamos de los béticos, sí

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